Los escarapuches son un plato propio de las comarcas de La Siberia y La Serena, en Badajoz.
Unos lugares y otros se disputan la ortodoxia del contenido: Para los de Peloche los escarapuches se hacen con pescado,mientras que en Herrera mantendrán que se hacen con carne.
Lo cierto es que los encuentras de los dos tipos, los de carne están elaborados con carne de cerdo o con caza siempre asadas a la brasa y luego cortada en pedazos pequeños o en tiras. Los de pescados, siempre con pescados de río: Bogas, tencas, carpas, lucio, barbo... también asados a la brasa, despojados de sus pieles y sus espinas y desmenuzados.
Luego se colocan sobre un picadillo de tomates y cebolla o bien se rodea con rodajas de tomate y aros de cebolla. A continuación se aliña con un buen aceite de oliva, vinagre (a veces en grandes cantidades, lo que a mí no me resulta agradable) y sal.
Se come frío.
Lo que yo he hecho no se le puede llamar escarapuches por muchas razones: No he utilizado pescado de río, han sido caballas, No están hechas a la brasa, sino a la plancha y no levan ni una gota de vinagre.
En todo caso esta es mi versión de dicho plato.
Necesitamos:
Dos caballas abiertas a la mitad y totalmente limpias de espinas.
Una docena de navajas frescas.
1 Kg. de tomates bien maduros pero firmes.
1 cebolla.
2 dientes de ajo grandecitos.
1 puñado de perejil
Aceite de oliva y sal.
Cortamos los ajos en trocitos muy pequeños, picamos el perejil y los pasamos a un bol para mezclarlos con el aceite.
Pelamos y despepitamos los tomates y los cortamos en octavos (se les puede dejar la piel y las pepitas si se quiere).Cortamos la cebolla en juliana o en aros. Los ponemos en la fuente de servir y los aliñamos con un poco de sal.
En la plancha abrimos las navajas con un poco del aceite de ajo y perejil.
Asar las caballas en la plancha, primero por el lado de la carne y después darles la vuelta. Regar con el aceite de ajo y perejil.
Desmenuzar el pescado, sacar las navajas de sus conchas y colocarlas sobre el tomate. Regar con un chorro de aceite y dejar reposar.
Pero si pasáis por La Siberia o por La Serena, no dejéis de probar los originales.